Jueves al medio día y nuestro infantil A ponía rumbo a Gijón a disputar el tradicional torneo que los Jesuitas de la Inmaculada organizan desde hace más de dos décadas. Los rostros de jugadores y entrenador reflejaban ilusión, emoción y ciertos nervios antes de partir hacia allí.
Después de un viaje algo pesado llegamos al Hotel Begoña, donde nos hospedaríamos y donde el trato recibido fue muy bueno y comprensivo ante el ajetreo de tanto adolescente corriendo por los pasillos. Mientras esperábamos a la asignación de habitaciones el nivel de nervios por saber con quién dormiría cada uno y cómo serían las habitaciones iba aumentando en nuestros chavales. Poco después, y tras acomodarse cada uno en su habitación, cenamos y todos tuvieron tiempo libre hasta las 23:30, hora en la que debían estar en la cama.
El viernes comenzaba la competición. 8:30 hora de despertarse e ir a desayunar para empezar la jornada con las pilas cargadas. El estreno en el torneo fue contra nuestros vecinos de Durango a los que derrotamos por un contundente 4-0 en un partido que servía como toma de contacto con el campo de futbol y sus reducidísimas dimensiones. A la tarde tuvimos dos partidos, el primero de ellos contra los anfitriones, que demostraron estar acostumbrados al campo y en el que la empanada de los nuestros pasó factura.
El Loiola, a remolque todo el partido, se puso 2-1 a falta de 5 minutos del final, y cuando parecía que el empate era posible un error haría que los gijonenses marcaran el tercer y definitivo gol, 3-1.
El último partido era contra Jesuitas de León y nos jugábamos el pase contra ellos, ganar o empatar valía, pero necesitábamos mejorar las sensaciones del anterior partido. Esta vez sí respondieron los nuestros y salieron arroyando, los goles eran cuestión de tiempo y así lo reflejó el 3-0 final. Lográbamos el pase a semifinales como 2º de grupo y nos esperaba un duro rival, Jesuitas de Zaragoza.
El sábado nos despertamos a la misma hora, aunque a alguno le costó algo más que el día anterior. Nos dirigíamos al colegio con la idea de hacer un buen partido y conseguir el pase a la esperada final.
A las 11:00 dio comienzo la semifinal y desde el principio se vio que los zaragozanos eran superiores, sobre todo físicamente, donde todos sus jugadores eran como los más altos del nuestro. Aun así, de nuevo los errores nos condenaron y después de encajar el 2-0 fuimos a la desesperada. No hubo forma y el partido termino con un contundente 5-1. El gol lo marco nuestro portero Alex tras botar una falta desde el centro del campo, alguno tendrá que pagar su apuesta…
Por último el partido de 3 y 4 puesto contra Jesuitas de Badajoz, partido que afrontamos sin ninguna ambición y que sin duda alguna de haber jugado como nosotros sabemos hubiéramos ganado. Tras un horrible partido de ambos conjuntos llegamos a la prórroga con un 0-0 en el marcador. Los primeros 5 minutos de la prorroga encajamos dos goles que dejaron el partido cerrado.
Cabe destacar que este día los jugadores de todas las secciones pudieron aprovechar de bastante tiempo libre para jugar, ver partidos, comprar bocadillos en la cafetería del colegio (donde acabaron siendo conocidos)…
Ya como clausura al torneo dio comienzo la entrega de premios a las 20:30, recogimos la correspondiente copa y banderín que la organización da como recuerdo y pusimos rumbo a Bilbao sin perder más tiempo.
En definitiva, resultó una experiencia muy positiva donde los chavales viven algo diferente como es ir a jugar a futbol con sus amigos a otra ciudad y donde comparten habitación entre ellos, lo futbolístico queda en un segundo plano, todo el equipo disfrutó del viaje y de la excelente organización del torneo en todos los sentidos.
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