«CARAJA Y REMONTADA»
Partido más complicado de lo esperado el que tuvo que sacar adelante nuestro primer equipo. Prueba de ello el 0-2 que reflejaba el luminoso en el minuto 35, fruto de dos despistes defensivos.
El once del Loiola fue formado por: Borja en la portería; una línea de 4 formada por Natxo, Carlos, Pablo y Arana (de derecha a izquierda); dos medios centros, Txopo y Barre; tres jugadores por delante que fueron Fraile, Javi y Urruchi; y una referencia arriba que fue Ruiz.
El equipo salió dormido y obtuvo su castigo aproximadamente al cuarto de hora, cuando un pase a la espalda de nuestra defensa en el que pudo haber posición adelantada dejaba solo al extremo izquierdo basauritarra, que definió cruzando el balón. Borja tocó el balón, pero no lo suficiente para desviar el disparo. Unos minutos más tarde, el Ariz aumentó la ventaja con un gol tonto, que reflejó perfectamente la caraja con la que el equipo saltó al campo.
El Loiola tenía el difícil reto de remontar dos goles en contra y, sin hacer gran cosa, tuvo la suerte de recortar distancias antes del descanso. El reconvertido a extremo Borja Urruchi (que, al igual que Fraile había estado poco surtido de balones durante todo el primer tiempo) puso desde la banda un caramelo que acabó en la cabeza de Ruiz. Un centro perfecto de gran mérito, ya que además de disponer de poco espacio para armar la pierna, el golpeo fue con la derecha, la menos buena del míster del Alevín B.
En el descanso, los entrenadores exigieron una mayor entrega por parte de los suyos y transmitieron la confianza para la remontada. Nacho, que había hecho varias subidas interesantes aprovechando la tendencia de Fraile a ir hacia dentro, se quedó en el vestuario junto con Txopo, que nos dejó una gran jugada en una de sus caídas a banda. Por ellos, Patxo y Uri saltaron al terreno de juego. El primero formo la pareja de centrales con Pablo, adelantándose Carlos al doble pivote con Barre; el segundo se colocó como delantero, pasando a ocupar la banda derecha Guillermo Ruiz y mandando a su tocayo Fraile a jugar a banda natural. Ambos cambios resultarían clave en el partido. Urruchi, por su parte, bajó al lateral izquierdo y Arana pasó al derecho. Los jugadores salieron más enchufados al campo, lo cual, por otra parte, no era difícil.
El segundo tiempo fue otro cantar. El Ariz renunció al balón y el Loiola le ganó la partida tanto futbolística como psicológica. En media hora se había conseguido dar la vuelta al marcador. El empate llegó en un centro perfecto que fue desde el pie izquierdo de Fraile hasta, otra vez, la cabeza de Ruiz, que esta vez tuvo que imprimirle más fuerza al remate; si el centro de Urruchi había sido un «caramelo«, el de Fraile fue casi como una «pastita de Josemi«. Barre, que había hecho un buen trabajo de desgaste en el mediocampo, y Fraile dejaron sus sitios a Manu y Luza, que dieron aire fresco al equipo en ataque. Javi se colocó como mediocentro acompañando a Carlos. A este último, en uno de los muchos balones que recogió, el cuero se le quedó dando botes de esa forma tan tentadora para cualquier futbolista, aunque desde la distancia a la que se encontraba son pocos los valientes que se animan a buscar puerta. Carlos lo fue, y el resultado fue un golazo desde 35 metros que sorprendió a un portero algo adelantado. Uno de los golazos de la liga hasta el momento.
A partir de ese momento, el partido paso por una fase de incertidumbre, en la que lo más normal habría sido la sentencia por parte de los locales, pero la falta de acierto en los metros finales provocó que el equipo acabara pidiendo la hora. En un campo tan corto como el de Aitxarte, con una diferencia de un solo tanto, no hace falta que el equipo contrario apriete demasiado (que no lo hizo) para pasar unos últimos minutos de infarto. Por suerte, el Ariz no acertó a conseguir el empate y podemos pasar las navidades sin notar el aliento de los de abajo y, por qué no, mirando hacia posiciones más ambiciosas.
Como conclusión, decir que dar la vuelta a un 0-2 en contra debería sentar mucho mejor de lo que sentó el sábado. Sin quitar por supuesto el mérito de lograr la remontada, el partido del sábado nos tiene que servir como un enésimo toque de atención y como un nuevo aviso de que, si no se sale con la actitud necesaria, cualquier equipo puede darte un susto.
Además de la remontada, destacar también la buena racha goleadora de Ruiz, al que a principios de temporada le costó que le salieran las cosas, el buen partido de Arana en ambos laterales, el golazo de Carlos, la participación de los suplentes (incluido Willy, que en solo 10 minutos peleó cada balón, lo cual es de agradecer), las pastitas que nos trajo Josemi (preguntad si no a Luza, que se llevó los bolsillos llenos), uno de los fundadores del club que no se pierde un partido viniendo desde Loyola; y, por último, felicitar a nuestro jugador Javi Unzueta, que ha sido convocado por el Athletic este jueves.
AUPA LOIOLA!!! Zorionak eta Urte Berri On!