EL LOYOLA JUVENIL CONSIGUE RESCATAR UN PUNTO EN EL SEGUNDO TIEMPO EN ABADIÑO.
Nuestro juvenil sigue empeñado en demostrarnos que es capaz de cualquier cosa esta temporada. En su complicada salida a Abadiño del pasado sábado, consiguió volver con un punto tras ir por detrás en el marcador. Y ya son 5 los puntos que se han logrado contra los tres equipos que encabezan la clasificación: 2 empates en sus dos visitas a Balmaseda y Abadiño y los 3 puntos de Aitxarte contra el Gernika.
Mientras los jugadores se cambiaban, los místers David y Aitor pisaban el campo y, si por ellos hubiera sido, habrían sentado a Urrutxi y Manu, formando una banda izquierda de ensueño, mítica en este club. Como eso no era posible, se tuvieron que conformar con soñar con una exhibición de fútbol de sus talentosos chavales, similar a la que se vivió en el Bernabéu unas horas después por parte del Barcelona, ya que el césped natural se encontraba en un estado perfecto. Y a decir verdad, hubo combinaciones bonitas por parte de ambos equipos, sobre todo en la primera mitad. Por otra parte, el gran tamaño del campo favorecía la aparición continua de espacios, que ambos equipos supieron aprovechar; en consecuencia, se vivió un choque de múltiples ocasiones por ambos lados. Mediado el primer tiempo, una obra de arte puso arriba en el marcador al equipo local. El goleador controló un difícil balón, convirtiéndolo a su vez en un sombrero perfecto y, sin que el balón cayera, empalmó una volea espectacular a la que Ciordia sólo pudo aplaudir. 1-0 y mucho partido por delante. El Loyola siguió teniendo ocasiones sin materializarlas, incluido un gol anulado a Ruiz tras una fantástica definición por un supuesto fuera de juego que parece ser que venía de un contrario. Mala suerte, puesto que la jugada no fue fácil de ver y el arbitraje fue correcto durante el partido. Tampoco hay que olvidar un poste del Abadiño en una jugada ensayada de córner ejecutada a la perfección.
El segundo tiempo fue un poco menos vistoso que el primero, pero tampoco dejó indiferentes a los presentes. El Loyola necesitaba un gol que le metiera en el partido, y llegó en una jugada que, por su belleza, recordó al gol local. El pequeño y creativo centrocampista Guillermo Fraile convirtió en balón un melón que le llegaba desde banda derecha con mucha fuerza, poniendo su pecho valientemente y amortiguándolo para, también de perfecta volea, disparar a la escuadra, fuera del alcance de un gran portero que lo había parado todo hasta el momento. “Vaya tarro, ¿eh, chavales?”, comentaba Fraile con una simpática sonrisa en el banquillo tras ser sustituido. A partir de ahí, a diferencia del primer tiempo, el Abadiño dispuso de algún acercamiento más que el Loyola. La posesión de balón también fue, en los últimos minutos, algo favorable a los locales, comandada por su jugador número 20, quien tanto físicamente como en la forma de jugar tenía un sorprendente parecido a Ander Herrera y acabó expulsado por una doble tarjeta amarilla. Aun así, el Loyola buscó algo más dando entrada a Txopo, Willy, Urizar y Ugartetxe. Pese al empeño de los recién ingresados al campo, el resultado de los cambios no fue más allá de algún que otro “¡¡¡¡¡Willyyyyyyyy!!!!!!” de Poli desde la grada. Además, el balón parado a punto estuvo también de dar algún susto a ambos equipos, pero finalmente el marcador no se movió y el Loyola trajo de Abadiño un importante punto que le aleja un poco más de los puestos peligrosos de la tabla.